1 AÑO ANTES – La gestación

Un día abres la nevera y los armarios de tu cocina y te das cuenta de que estas preparado para emprender el viaje. Aquel día me pillo a las 12:30 de la noche buscando algo no demasiado grasiento para acallar a mi estómago. Ese momento en el que todos tus vértices son consciente de que llevas tiempo preparado para meter tu vida en una mochila de 65l.


La idea que andaba divagando por esa materia gris que habita mi cráneo cada vez se espesaba más. Toda esa recopilación de fragmentos que recoges durante toda tu vida acabó por convertirme en agua. Y es así como me sentí, como agua esparciendo sobre un mapa de forma irregular. Humedeciendo cada uno de los poros del papel sobre el que fluye, atreviéndose a explorar todos esos lugares que por alguna razón despiertan en ti un cierto magnetismo. Y decides que justo toda esa superficie será tu hogar, a sabiendas de que un vaso de agua vertido sobre un mapa nunca dibuja el mismo contorno por muchas veces que repitas el mismo proceso.